La isla de Kizhi es un destino remoto pero muy transitado gracias a sus ejemplos de arquitectura boscosa absolutamente asombrosos y fantásticamente bien conservados.
La isla de Kizhi está situada en un lugar prístino y hermoso, cientos de pintorescas islas y golfos rodean este místico lugar. Costas serpenteantes, rocas con pinos en las cimas, praderas multicolores enmarcadas por las profundas aguas azules del lago Onega: todo esto hace de la isla de Kizhi algo más que el mayor museo al aire libre de arquitectura de madera de Rusia. Es también uno de los lugares más bellos del Norte de Rusia, donde el tiempo se congela y donde más se siente ese algo enigmático llamado "el alma rusa".
La leyenda cuenta que un artista llamado Néstor utilizó una sola hacha y ni un solo clavo. Una vez que terminó, arrojó el hacha a las aguas del lago Onega, diciendo: "El maestro Néstor lo ha logrado. No ha habido nada igual antes y nunca lo habrá. Y esta hacha tampoco se encontrará".