Desayuno
➤ Recorrido por el metro de Moscú
➤ Recorrido por el Kremlin de Moscú visitando las Catedrales y la Cámara de la Armería (Tesoro)
➤ Visita a pie de la ciudad: la Plaza Roja, la Catedral de San Basilio (exterior), Mausoleo de Lenin (exterior), GUM.
➤ El viejo Arbat a su aire
La catedral de San Basilio (también conocida como catedral Pokrovsky) es uno de los monumentos más emblemáticos de Rusia y se alza orgullosa en la Plaza Roja de Moscú. Mucho más que una iglesia, este extraordinario monumento se construyó para conmemorar la victoria rusa sobre los janatos de Kazán y Astracán. La catedral se construyó por orden del zar Iván el Terrible para conmemorar el triunfo militar en el día de la Intercesión de la Theotokos, una ocasión importante para la Iglesia Ortodoxa Rusa. El diseño de la catedral es tan singular como su historia. Su estilo arquitectónico combina elementos tradicionales rusos con colores vibrantes, diseños atrevidos y detalles intrincados. El edificio presenta una serie de imponentes cúpulas de cebolla, cada una con una forma única y adornada con vivos colores y motivos geométricos.
A lo largo de los siglos, la Catedral de San Basilio se ha convertido no sólo en un lugar de culto, sino también en un símbolo de la identidad nacional rusa y de la fortaleza del Imperio Ruso. Hoy en día, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y uno de los monumentos más visitados y fotografiados de Moscú, atrayendo a millones de visitantes que vienen a admirar su belleza distintiva y su importancia histórica.
El Kremlin no sólo es la mayor fortaleza en activo de Europa, sino también uno de los símbolos más poderosos de la historia y la autoridad rusas. Construido originalmente para proteger a los ciudadanos de Moscú, la palabra "Kremlin" se traduce como "fortaleza dentro de una ciudad", una descripción adecuada de sus imponentes muros y su estratégica ubicación. A lo largo de los siglos, a medida que Rusia ampliaba su poder, el Kremlin de Moscú se convirtió en el epicentro de la vida política, religiosa y cultural del país. En la actualidad, el Kremlin es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y sigue siendo uno de los monumentos más emblemáticos de Rusia.
Explore la rica historia del Kremlin con nuestro guía experto, que le llevará a través de su fascinante pasado, incluyendo visitas a las principales catedrales y a la Armería.
Las campanadas del Kremlin, situadas en el campanario de Iván el Grande, son uno de los relojes más antiguos y famosos de Rusia. Llevan sonando más de cinco siglos, marcando el paso del tiempo con sus enormes campanadas. El mecanismo del reloj es inmenso: su minutero mide más de 4 metros y el peso total de la campana alcanza las 25 toneladas. El diámetro de la esfera mide unos asombrosos 9 metros, lo que lo convierte en una experiencia visual y sonora extraordinaria.
La armería -el museo del Tesoro- forma parte del complejo del Gran Palacio del Kremlin. La base de la colección del museo fueron durante siglos objetos preciosos almacenados en el Tesoro Real y en la sacristía patriarcal, fabricados en los talleres del Kremlin, así como donados por embajadas de estados extranjeros. El museo debe su nombre a uno de los almacenes del tesoro más antiguos del Kremlin.
En la armería se guardan antiguas galas de Estado, vestimentas reales ceremoniales y trajes de coronación, ornamentos de jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la mayor colección de obras maestras de oro y plata de maestros rusos, plata artística de Europa Occidental, monumentos de armería, una colección de tripulaciones, artículos de decoración ecuestre ceremonial.
El museo presenta unos cuatro mil monumentos de arte decorativo y aplicado de Rusia, países de Europa y Oriente de los siglos IV - principios del XX. Su altísimo nivel artístico y su especial valor histórico y cultural dieron fama mundial a la Armería del Kremlin de Moscú.
El nombre de la Plaza Roja procede de la palabra rusa krasnaya, que históricamente significaba tanto "rojo" como "bello". Aunque hoy en día "krasnaya" se asocia más comúnmente con el color rojo, en la antigüedad también tenía el significado de algo bello o grandioso. Así, el nombre de la plaza refleja tanto su llamativo aspecto como su importancia como símbolo del patrimonio ruso. No es de extrañar que muchos visitantes la consideren uno de los momentos más memorables de su viaje a Rusia.
El metro de Moscú no es sólo una forma práctica de desplazarse por la ciudad; es una experiencia en sí misma, que ofrece una visión del corazón de la historia y la cultura rusas. Inaugurado en 1935, se ha convertido en una de las redes de metro más grandes y concurridas del mundo, con 268 estaciones que cruzan la ciudad. Es la red de metro más transitada de Europa, con millones de pasajeros al día. Lo que hace verdaderamente único al Metro de Moscú es la belleza arquitectónica de muchas de sus estaciones centrales. Lejos de ser meros nudos de transporte, estas estaciones son impresionantes ejemplos de la grandeza y el arte decorativo de la era soviética. Al recorrerlas, encontrará intrincados mosaicos, columnas de mármol, ornamentadas lámparas de araña y frescos que representan escenas de los ideales soviéticos y de la historia rusa. Algunas estaciones, como Kievskaya, Mayakovskaya y Ploshchad Revolyutsii, son famosas por sus diseños art-deco y de realismo socialista, que las convierten en lugares emblemáticos por derecho propio. Viajar en metro no sólo es una forma rápida de evitar el tristemente famoso tráfico de Moscú, sino que también permite apreciar el patrimonio arquitectónico de la ciudad, ya que cada estación cuenta su propia historia del pasado. Es una visita obligada para todo aquel que visite Moscú, ya que permite comprender mejor la ciudad y su importancia histórica.
La calle Stary Arbat es, sin duda, una de las más encantadoras e históricamente significativas de Moscú. Al caminar por sus adoquines, no sólo se navega por un espacio físico, sino que se atraviesan capas de historia y cultura rusas. La vibrante atmósfera de la calle la ha convertido en un centro de artistas, escritores y músicos desde el siglo XIX. Sus pintorescos cafés, tiendas únicas y artistas callejeros contribuyen a su ambiente bohemio, creando un espacio en el que el pasado y el presente coexisten a la perfección. La arquitectura de Arbat es una mezcla ecléctica de edificios antiguos, algunos con influencias de la era soviética, mientras que otros conservan un estilo más clásico, prerrevolucionario. Por la noche, la calle se llena de luces cálidas y conversaciones, lo que la convierte en un lugar perfecto para pasear sin prisas. Ya sea admirando los coloridos murales, charlando con los artistas locales o simplemente absorbiendo el animado ambiente, Stary Arbat ofrece una visión del alma artística de Moscú.