En el pequeño asentamiento de Goritsy, visitaremos el Monasterio Kirillo-Belozersky, fundado en 1397, que alberga una de las mejores colecciones de iconos rusos del mundo. Tras una visita guiada, continuaremos navegando hacia el majestuoso lago Onega.

Monasterio de la Resurrección de Goritsy

El convento está a 15 kilómetros al norte de la ciudad de Kirillov, en el distrito de Kirillovsky, donde se encontraba uno de los monasterios masculinos más importantes (y ricos) de Rusia, y al que el zar Iván el Terrible, del que hablaremos más adelante, había planeado retirarse. La gedimínida Knyaginya (duquesa) Eufrosinia de Staritsa fundó el convento de Goritsky en 1544, aproximadamente una década después de su matrimonio con uno de los hijos del zar Iván el Grande (que murió encarcelado tras una rebelión sucesoria en su nombre), y dos años después del matrimonio de su único hijo, Vladimir de Staritsa.

En 1563, cuando la guerra de Livonia con Lituania, Polonia y Suecia desembocó en la Oprichnina, la aristocrática viuda fue obligada a hacerse monja y mantenida bajo arresto domiciliario en Goritsky, junto con su nuera, Yevdokiya Staritskaya. Sin embargo, en 1569, el zar Iván el Terrible dio orden de ahogar a las dos monjas en el cercano río Sheksna. La política de trasladar a los opositores políticos a fundaciones religiosas, habitual en toda Europa durante décadas, continuó utilizándose en el convento de Goritski.